DIFERENCIA ENTRE OBJETIVIDAD Y SUBJETIVIDAD
No es la primera vez que nos preguntamos si existe una diferencia entre objetividad y subjetividad. O si se puede ser 100% objetivos. Y también cómo nos afecta la subjetividad. Son preguntas comunes que vamos a responder (o intentar responder) en este artículo.
En nuestra vida cotidiana, muchas veces enfrentamos situaciones en las que necesitamos distinguir entre lo que es objetivo y lo que es subjetivo. Esta diferenciación es clave, sobre todo cuando tratamos de entender las percepciones y realidades de las personas que nos rodean. Vamos a explorar la diferencia entre objetividad y subjetividad, cómo afecta nuestras interacciones y qué relevancia tiene en el mundo del coaching y la Programación Neurolingüística (PNL).
¿QUÉ ES LA OBJETIVIDAD?
A la hora de hablar sobre la diferencia entre objetividad y subjetividad, primero debemos definirlas. Empecemos por hablar de la la objetividad.
La objetividad se refiere a la capacidad de observar y describir la realidad sin ser influenciado por emociones, creencias o experiencias personales. Es la representación más fiel posible de los hechos, tal y como ocurren, sin la interferencia de los filtros internos de una persona.
En la ciencia, por ejemplo, se busca la objetividad en los experimentos y en los resultados. Los datos obtenidos son considerados objetivos cuando se pueden replicar independientemente de quién los interprete.
Ejemplo de objetividad: Si varias personas observan que la temperatura en una habitación es de 25 grados Celsius, están describiendo un hecho objetivo que no depende de sus opiniones o emociones.
¿QUÉ ES LA SUBJETIVIDAD?
Por otro lado, la subjetividad está relacionada con las percepciones personales, las emociones, creencias y experiencias. Cada persona tiene su propio «mapa» o interpretación de la realidad, que está influenciada por sus vivencias y estado emocional. Este mapa subjetivo puede variar enormemente de una persona a otra.
La subjetividad no es menos válida que la objetividad; simplemente responde a cómo cada individuo procesa e interpreta los hechos según su propia perspectiva.
Ejemplo de subjetividad: Imaginemos dos personas que observan la misma puesta de sol. Una de ellas podría decir que es el atardecer más hermoso que ha visto, mientras que la otra lo podría describir como un día más que se acaba. Ambas descripciones son subjetivas, porque están influenciadas por cómo cada persona experimenta el mismo fenómeno.
DIFERENCIA ENTRE OBJETIVIDAD Y SUBJETIVIDAD
La diferencia entre objetividad y subjetividad radica principalmente en el origen de la interpretación. Mientras que la objetividad busca describir los hechos tal como son, la subjetividad está influenciada por el «filtro» personal de quien los observa. En el contexto del coaching y la PNL, entender esta diferencia es crucial para abordar las creencias y percepciones que influyen en el comportamiento de las personas.
VÍDEO SOBRE LA DIFERENCIA ENTRE OBJETIVIDAD Y SUBJETIVIDAD
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FILTROS QUE MARCAN LA DIFERENCIA ENTRE OBJETIVIDAD Y SUBJETIVIDAD
Los filtros que no nos permiten ser completamente objetivos son varios y están influenciados por factores internos y externos que distorsionan nuestra percepción de la realidad. A continuación, te detallo algunos de los principales filtros:
1. FILTRO BIOLÓGICO
Nuestro cuerpo tiene limitaciones físicas que influyen en la forma en que percibimos el mundo. Por ejemplo, nuestra vista, oído y demás sentidos tienen capacidades limitadas, lo que significa que no captamos toda la información del entorno. Además, cada persona tiene un rango sensorial diferente, lo que afecta cómo experimentamos la realidad.
2. FILTRO CULTURAL
La cultura en la que crecimos influye profundamente en nuestra forma de ver el mundo. Lo que en una cultura puede considerarse normal, en otra puede ser visto como inapropiado. Este filtro afecta nuestras creencias, valores y comportamientos, influyendo en cómo interpretamos los hechos y las situaciones.
3. FILTRO SOCIAL
Nuestra sociedad define normas, expectativas y comportamientos que nos condicionan a ver el mundo de una manera determinada. El estatus social, la educación y el entorno económico, entre otros factores, moldean nuestras percepciones y nos limitan a ver las cosas desde una perspectiva socialmente aceptada.
4. FILTRO HISTORIA PERSONAL
Las experiencias personales marcan profundamente nuestra visión del mundo. Traumas, alegrías, fracasos y éxitos influyen en cómo interpretamos nuevas situaciones. Nuestras vivencias crean patrones que condicionan nuestras respuestas ante el presente y afectan nuestra capacidad de ser objetivos.
5. FILTRO LINGÜÍSTICO
El lenguaje no solo describe lo que vemos, sino que también lo moldea. La forma en que nos hablamos a nosotros mismos y a los demás influye en cómo interpretamos la realidad. Una persona puede describir una situación como un «desafío» mientras otra lo ve como un «problema», lo que cambia su percepción de la situación.
6. FILTRO DE CREENCIAS
Nuestras creencias, muchas veces inconscientes, son uno de los filtros más poderosos. Las creencias limitantes o arraigadas profundamente en nuestro inconsciente nos predisponen a ver el mundo de una forma específica, a menudo sin darnos cuenta de ello. Creencias como «no soy merecedor», «el dinero es malo» o «no puedo lograrlo» condicionan nuestras decisiones y percepciones. En esta categoría se encuentran los virus mentales.
Estos filtros nos impiden alcanzar una objetividad pura, ya que siempre estaremos influidos por nuestra biología, cultura, entorno social, historia personal, el lenguaje que usamos y las creencias que sostenemos. Ser conscientes de ellos nos ayuda a ampliar nuestra perspectiva y a cuestionar nuestras propias percepciones, acercándonos a una mayor objetividad.
OBJETIVIDAD Y SUBJETIVIDAD EN LA VIDA COTIDIANA
En las relaciones personales, muchas veces ocurre que dos personas pueden experimentar el mismo hecho pero interpretarlo de maneras muy diferentes. Esto es lo que se conoce en PNL como «el mapa no es el territorio». Este concepto sostiene que la realidad (el territorio) es única, pero cada persona tiene su propio mapa mental que utiliza para interpretarla. Estos mapas son subjetivos y varían de una persona a otra.
Ejemplo: Dos amigos pueden tener una discusión y ambos contar versiones muy diferentes del mismo conflicto. A uno le parecerá que el otro fue injusto, mientras que el segundo puede pensar que actuó de la mejor manera posible. Ninguno de los dos está mintiendo, pero sus filtros personales los llevan a interpretar la situación de forma distinta.
LA IMPORTANCIA DE RECONOCER LA SUBJETIVIDAD
Entender que cada persona tiene su propio mapa subjetivo es esencial para mejorar nuestras relaciones y la comunicación interpersonal. En coaching, este reconocimiento ayuda al coach a entender que su cliente puede estar limitado por ciertas creencias o filtros personales que afectan su capacidad de ver nuevas soluciones o perspectivas.
Al ser conscientes de que nuestras percepciones son subjetivas, podemos estar más abiertos a escuchar las perspectivas de otros y, de este modo, enriquecer nuestra visión del mundo. En el ámbito profesional, ser consciente de la subjetividad ayuda a generar mejores soluciones y acuerdos, ya que entendemos que cada individuo percibe y reacciona de manera distinta.
CÓMO GESTIONAR LA OBJETIVIDAD Y SUBJETIVIDAD EN EL COACHING
En el proceso de coaching, tanto la objetividad como la subjetividad juegan un papel importante. El coach, al ayudar a su cliente, debe ser lo más objetivo posible, es decir, evitar imponer sus propias creencias o juicios. Sin embargo, también debe entender la subjetividad del cliente, ya que es a través de sus percepciones personales que se puede trabajar en cambios profundos.
Un ejercicio común en coaching es ayudar al cliente a darse cuenta de su mapa mental subjetivo, para que pueda modificarlo y encontrar nuevas formas de ver el mundo y sus problemas.
Ejemplo en coaching: Si un cliente dice «nunca puedo tener éxito», el coach puede ayudarlo a examinar esta creencia subjetiva y reformularla en una afirmación más objetiva y positiva, como «he tenido algunos desafíos, pero puedo aprender de ellos y mejorar».
PREGUNTAS FRECUENTES SOBRE LA DIFERENCIA ENTRE OBJETIVIDAD Y SUBJETIVIDAD
Ambas son importantes en diferentes contextos. La objetividad es clave en situaciones donde se necesitan hechos claros y medibles, como en la ciencia. La subjetividad, en cambio, es valiosa en áreas como las relaciones personales y el desarrollo personal, ya que permite entender las percepciones individuales.
Es difícil ser completamente objetivo porque todos tenemos creencias y experiencias que afectan nuestra percepción. Sin embargo, podemos esforzarnos por ser lo más objetivos posible al tomar decisiones basadas en hechos verificables.
La subjetividad puede influir en nuestras decisiones al hacer que interpretemos los hechos de acuerdo a nuestras creencias y emociones. A veces, esto puede llevarnos a decisiones sesgadas, pero también puede ayudarnos a tomar decisiones más alineadas con nuestros valores personales.
Sí, la subjetividad se puede cambiar con trabajo personal. A través de técnicas como el coaching y la PNL, es posible identificar y modificar los filtros y creencias que afectan nuestra forma de ver el mundo.
CONCLUSIÓN FINAL: DIFERENCIA ENTRE OBJETIVIDAD Y SUBJETIVIDAD
La diferencia entre objetividad y subjetividad es fundamental para entender cómo percibimos el mundo y cómo nos relacionamos con los demás. La objetividad busca una representación fiel y neutral de los hechos, mientras que la subjetividad se basa en las experiencias, emociones y creencias de cada individuo. Ambos enfoques son válidos y útiles dependiendo del contexto: la objetividad nos ayuda a tomar decisiones basadas en datos claros y medibles, mientras que la subjetividad nos permite comprender y valorar las experiencias personales.
Reconocer la diferencia entre objetividad y subjetividad nos permite ser más conscientes de nuestros propios filtros y mapas mentales, y abrirnos a nuevas perspectivas. En ámbitos como el coaching y la PNL, este entendimiento es clave para ayudar a las personas a cambiar sus creencias limitantes y adoptar una visión más enriquecida del mundo.